Hablando de cualquier línea de ropa ya sea infante, bebe, dama, caballero, tallas extra o especiales, prendas internas y externas, no se manejan las mismas medidas ni proporciones entre las mismas tallas. Esa es la razón por la que el consumidor se casa con las marcas, compara la comodidad, practicidad y, sobre todo, que cubra las necesidades de cada consumidor.
Al elaborar las bases: en todas las empresas de la Industria del Vestido se tienen diferentes proporciones, largos y anchos aún teniendo las mismas tallas, líneas y los mismos materiales. Lo mejor es, cuando se aprueba una base, hacer una prueba de campo y mediar ajustes para tener una medida promedio del mercado al que estará dirigido el producto.
Aunque se manejen las mismas medidas, la proporción es diferente.
Tejidos: al trabajar el tejido plano se debe considerar los diversos comportamientos que lleva el proceso. Al manejar el tejido de punto se tiene que tomar en cuenta los encogimientos, vaporizado, torciones por el vaporizado, etc. En ambos tejidos se debe ver: peso, fijadores de color, encogimientos, elongaciones si se necesita una prenda entallada, etc. Es importante analizar los materiales porque, al llegar a la medida final de la prenda, se deben tener las medidas solicitadas y esta parte tampoco se toma en cuenta en algunas empresas.
Aflojes: al desarrollar un modelo, se tienen que dejar aflojes o ajustes de acuerdo a la tendencia, y eso ayuda a cubrir mayor mercado en cuanto medidas de tallas.
Para autorizar las tallas o escalado: de la misma manera que para desarrollar una base se debe hacer una prueba de campo para comprobar y autorizar las medidas en el tallaje, rompimientos o proporciones- sobre todo cuando se manejan cortes-, las medidas cambian de acuerdo a la expertise de quién la ejecuta, de acuerdo a cómo se ha graduado en la empresa o de manera independiente: lo que solicita el cliente como en algunas tiendas de autoservicio, departamental o licitaciones.
Forma de tomar medidas en prenda terminada: el área de calidad es delicada ya que debe seguir con la manera acostumbrada de medir las prendas; pero en algunos casos no es así y cuando se cuenta con tiendas propias o el cliente es flexible, la medida y la forma de tomarla no es tan pegada a lo requerido, por esa razón también llegan a cambiar las medidas de las mismas tallas.
El consumidor no tiene idea si la prenda es holgada, ajustada, larga o corta porque solo sigue la tendencia que marca las mismas tiendas o se guía por las redes. El consumidor puede ser alto, bajo, delgado o llenito, pero puede ignorar si el fabricante entregó las prendas de acuerdo a las medidas finales solicitadas; si éstas tiene buenos acabados o no; si el modelo se entregó como se solicitó al fabricante o se tuvo que modificar porque no coincidieron los patrones; si las medidas o la tela tuvo algún problema o si se reetiquetó para cumplir con las cantidades y colores solicitadas por el cliente.
Al final, es importante identificar las necesidades del cliente y cumplir con lo solicitado.
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