La vestimenta conlleva un lenguaje más allá de cubrir nuestro cuerpo del clima. Vamos haciendo cambios durante décadas en nuestra manera de vestir, si bien antes era definición de status social, hoy este concepto es más libre hablando de nuestra vestimenta del día a día.
La aparición del Fast Fashion dio la libertad de estrenar más ropa durante el año y vestir acorde con las temporadas de moda. Hoy en día, la vestimenta nos proporciona glamour, seguridad y placer; nos empodera pero, sobre todo, nos liga a una comunidad de pertenencia.
Con la era de la industrialización, la vida del ser humano cambió radicalmente y el sector de la moda no quedó excluida. Nuestra manera de vestir se modificó con el invento de la máquina de coser, que después integró el motor de electricidad dando paso a las fábricas de maquilas en confección y textiles.
Ready to wear
En 1818 abrió sus puertas al mercado la legendaria empresa H&D Brooks & Co y es sobreviviente hasta el día de hoy en Manhattan, Nueva York. En 1850, cambió su nombre como ahora la conocemos, a“Brooks Brother” y es considerada la empresa más longeva de la moda.
Brooks Brothers es la precursora del traje de hombre “ready to wear” (listo para usar) y es ahí donde entramos los sastres, modistas y costureras para hacer los arreglos de la ropa que se confecciona en fábrica; tarea importante para adaptar las prendas a la persona que gusta del buen vestir.
Hoy en día, existen las sastrerías dónde, además de mandarse a confeccionar ropa sobre medida, también hay el servicio de compostura de prendas. Actualmente, los negocios y franquicias de arreglos de ropa van en aumento pues es un negocio rentable.
¿Qué compostura es la que tú más demandas?
Te platico, el servicio que más demanda tiene un taller de composturas es el de dobladillo, ya sea de pantalón, saco, vestidos y faldas; seguimos con cambios de cierre y zurcidos, aunque han ido desapareciendo los talleres que se dedican solo a zurcir. Y así seguimos con una infinidad de arreglos de ropa, desde cambios de talla de una prenda nueva, hasta los arreglos de ropa de los abuelitos.
Hay dos tipos de clientes: los que están educados para exigir un buen terminado a su prenda y saben que les favorece, y los que acuden sin tener todavía un estilo propio, y es ahí donde los profesionales vamos a dirigir, explicar y aleccionar sobre la mejor elección para ellos, esto dependerá entre moda y lo que les acomoda.
Cuando un cliente ve el resultado favorable de una prenda arreglada a su estilo, se convierte en recurrente porque se siente safisfecho, distingue el cambio al resaltar sus cualidades y es más exigente con sus atuendos.
Tips para una buena compostura:
Llevar la prenda limpia; si se plancha una prenda con alguna mancha, ésta puede fijarese más al textil y dificilmente ser removida.
Siempre probarse la prenda. Ya con la experiencia del profesional, hay ocasiones que surgen otros detalles que el cliente no puede apreciar.
En dobladillos, llevar los zapatos que se usarán.
En caso de un vestido de coctel, llevar la ropa íntima que se utlizará para la ocasión.
Usar antitranspirante para no manchar la prenda.
Tips para revisar una compostura:
Lo más importante de una compostura es que no se noten los cambios en la prenda.
La prenda deberá quedar igual o lo más parecida al terminado original.
No debe tener hilos sueltos.
El color del hilo deberá ser lo más parecido al tono de la tela o del hilo original.
Espero que con estas recomendaciones logre introducirte al mundo de una nueva imagen para una mejor proyección de tu estilo.
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