El mercado rosa, el mercado de la diversidad.
- Por Obed Animas
- 1 day ago
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El mercado de la diversidad sexual, comúnmente llamado mercado rosa, ha dejado de ser un segmento marginal para posicionarse como uno de los nichos de consumo más
dinámicos, influyentes y estratégicos del país. Según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG 2021) del INEGI, en México hay al menos 5 millones de personas que se identifican como parte de la población LGBTI+, lo que equivale al 5.1% de la población mayor de 15 años. Esta cifra, aunque conservadora por las limitaciones del contexto social, revela una tendencia clara: las nuevas generaciones expresan con mayor libertad su identidad de género y orientación sexual.
En contraste con generaciones anteriores, que vivieron bajo mayor represión y
estigmatización, hoy se observa una mayor apertura, especialmente entre centennials y
millennials, quienes adoptan una vida más libre y diversa. Esta libertad no solo transforma el entorno social, también modifica los hábitos de consumo. Como afirma Zygmunt Bauman en Vida líquida, “el consumo es, ante todo, una declaración de identidad”. Mientras una persona se siente limitada, su consumo tiende a ser funcional, cauteloso y enfocado en lo básico; cuando experimenta libertad, el patrón de compra se expande hacia el disfrute, el placer estético y el bienestar personal.

Este cambio ha sido capitalizado por múltiples sectores. Políticamente, partidos de distintos colores han incluido temas de diversidad en sus plataformas, y cada vez más gobiernos estatales organizan eventos durante el mes del orgullo. Ciudades como Guadalajara y Ciudad de México se han consolidado como destinos turísticos incluyentes, no solo durante junio, sino todo el año. Existen ya ferias de empleo dirigidas específicamente a la población LGBTI+, así como servicios especializados, desde líneas de cruceros hasta empresas de cosmética, moda y wellness.
El mercado rosa presenta un nivel adquisitivo interesante: en muchos casos se trata de
adultos sin hijos -con ingresos disponibles para invertir en sí mismos-, lo que se traduce en un consumo alto en categorías como viajes, belleza, tecnología, moda y entretenimiento. La presencia de personas diversas en televisión, cine, deportes y certámenes internacionales ha contribuido a su visibilidad, y canales de entretenimiento con contenido específico han multiplicado su audiencia.
Marcas de moda como Levi’s, Calvin Klein y Zara lanzan cada año colecciones especiales
para el mes del orgullo, mientras que sectores como la banca y los alimentos han generado campañas dirigidas al colectivo. Este año, uno de los casos más destacados fue el de Aeroméxico, que lanzó una campaña especial en apoyo al orgullo 2025, demostrando la creciente sensibilidad comercial hacia este segmento. Por otro lado, la alta demanda turística en la Ciudad de México durante el mes de junio ha provocado un lleno total en hoteles, previo a la marcha del orgullo, reafirmando la importancia del turismo diverso.

Lo que más llamó la atención este año en el ámbito nacional fue la participación de diseñadores mexicanos que usaron la moda como plataforma para hablar de identidad, inclusión y resiliencia. El Diseñador Kris Goyri lanzó una camiseta conmemorativa inspirada en su experiencia personal de acoso escolar, resignificándola como símbolo de poder y orgullo.

Por su parte, Benito Santos visibilizó en sus redes sociales a su equipo de trabajo celebrando la diversidad dentro de su empresa, enviando un mensaje contundente sobre inclusión en el mundo corporativo. Hoy todo está cambiando, y desde la moda, los diseñadores tienen la libertad de expresar abiertamente su postura ideológica.
El mercado rosa ya no es una minoría invisible; es un grupo plenamente identificado, con necesidades específicas, poder adquisitivo y alta influencia cultural. Las empresas que lo comprenden y lo respetan, no solo amplían su alcance, también se posicionan en la vanguardia de una sociedad más diversa, plural y rentable.