Sabemos que en algunas fábricas la temporada de los productos que más dominan no dura todo el año; es decir, les quedan meses por cubrir su calendario anual de fabricación por no tener otra alternativa de productos. Esto ocasiona problemas serios de flujo de efectivo para cubrir las obligaciones de la empresa. |
Algunas fabrican productos de temporada solamente, como las que hacen uniformes escolares, ropa de playa, prendas de primavera, verano y otros que elaboran ropa solo de invierno.
Lo anterior ocasiona que tengan meses donde no hay ventas, teniendo una estructura completa; es decir, cuentan con sus trabajadores, sus maquileros y mucha gente que depende de ellos, además de los gastos fijos como la renta, la luz, el agua, etc.
Es entonces cuando las empresas deben buscar más opciones o productos alternos que puedan vender en la temporada baja de sus productos de línea, por lo que es muy importante que preparen estrategias de reingeniería en sus áreas de producción y, en un momento dado como mejor opción, fabricar otros productos que no tengan en su catálogo de venta, así como pensar en otros que no les lleven mucho trabajo y tiempo de adaptación.
Esto afecta directamente a las empresas que solo tienen productos de temporada, pero también puede ser un problema serio para aquellas que manejan productos todo el año.
Sabemos que hay impactos en la economía que afectan a las empresas de manufactura de ropa, cómo por ejemplo, cuando es el inicio de clases y la mayoría de las familias dedican su presupuesto en la compra de uniformes y útiles escolares.
También conocemos la famosa cuesta de enero- que se deriva de los gastos que se realizan en las fiestas de fin de año y en los regalos de la familia-, y la economía se comporta de manera lenta ocasionando pocas ventas de prendas de vestir.
Esta variante en la economía impacta de manera directa a las empresas por lo que se deben buscar alternativas que ayuden a la economía de las mismas.
Sabemos que es un esfuerzo en conjunto, por lo que los dueños de la empresa y los trabajadores deben establecer estrategias de trabajo buscando las habilidades para continuar haciendo productos que se vendan en la temporada de bajas ventas.
Mencionaremos uno de los casos más críticos: las fábricas de prendas de tejido de punto. Por la naturaleza de estos productos, es difícil sustituir algunas máquinas como por ejemplo, las de tejido de galgas gruesas que son para hacer suéteres de la temporada de frío, pero no pueden fabricar suéteres delgados o prendas para primavera.
Ahora ya existen máquinas multi galga que pueden producir tejidos gruesos y delgados. Pero muchas empresas no pueden cambiar su equipo y hacer estos ajustes. La temporada del suéter cada vez se hace más corta: había trabajo casi 10 meses y paraban 2; en la actualidad casi esperan 6 meses para empezar a trabajar por lo que esto les ocasiona una situación crítica, la cual puede llevar a la quiebra de la empresa.
Algunas compañías de este ramo han encontrado más opciones de fabricación, como aquellas que se dedican a hacer chinelas para tenis de tejido de punto con un gran éxito y demanda; es así que con sus equipos pueden cubrir este nuevo mercado.
Las empresas de moda también enfrentan esta situación crítica por falta de pedidos, pero tienen más opciones como hacer prendas de invierno o de primavera, según sea el caso. Para las que realizan prendas multiestilo quizá sea más fácil ajustarse a los cambios, ya que en la mayoría de los casos manejan diferentes tipos de prendas y materiales, lo que hace que sus operarios sean más flexibles.
También debemos hablar un poco de la maquinaria.
Cuando se compra equipo, se recomienda máquinas con alimentación pesada que, con un pequeño ajuste, se puedan cambiar a trabajo ligero. Caso contrario con las máquinas de trabajo ligero, éstas no pueden cambiar y cuando se trabajan telas pesadas empiezan a fallar y, en algunos casos, se rompen piezas ocasionando un daño mayor. Por eso debemos asesorarnos muy bien con los mecánicos y proveedores de las máquinas.
El personal es otra situación crítica, ya que en ocasiones no quieren adaptarse al cambio; es decir, ponen muchos pretextos, no se adecuan a las telas y a la actividad; se niegan a salir de sus áreas de confort, pero no quieren comprender que es algo necesario para que la empresa o el taller subsista. Deben ser conscientes que es de aquí donde saldrá el pago de las nóminas o los gastos fijos de la empresa, pero se resisten a las nuevas necesidades del mercado y no comprenden el compromiso que tienen con su centro de trabajo.
Un operario de máquina de coser debe realizar cualquier operación que se le asigne; que, independientemente del producto que esté acostumbrado a fabricar, debe aprender a manejar otros materiales, operaciones y otro tipo de máquina. No siempre van a realizar la misma actividad por lo que deben ser multifuncionales. Los operarios piensan que con el mismo pie se hacen todas las operaciones y no quieren cambiarlo, lo que ocasiona que la costura salga con mala calidad en lugar de buscar solucionar el problema. Solo se quejan y no ponen de su parte.
Los cambios de operación van de la mano de la capacitación que tengan los operarios; por ejemplo, el conocimiento de su máquina, el saber ajustar las tensiones, conocer los diferentes tipos de agujas, los accesorios y aditamentos como el pie de teflón para telas resbaladizas. Algo muy importante: les falla mucho el ajuste de la presión del pie, que hace que las telas se plisen y no avancen con facilidad ocasionando problemas al realizar la confección.
Aquí debemos de considerar dos aspectos importantes:
Los operarios calificados deben conocer su máquina, los ajustes necesarios, el manejo de diferentes operaciones y, cuando se requiera, el empleo de otras máquinas; es decir, no deben tener problemas ante los cambios de materiales y productos.
El empresario debe capacitarlos. Como requerimiento de la Secretaria del Trabajo, se debe capacitar cada año a los trabajadores; aún se contrate al operario como calificado, se debe capacitar en el manejo de los productos que se fabrican y, en este caso, deben saber adaptarse a los cambios de prendas, en base a la temporada y a las necesidades de las empresas. Esto ayudará a que los trabajadores no caiga en una área de confort que ocasione problemas de calidad.
Todas las áreas de la empresa deben capacitarse, conocer opciones nuevas de producción, tendencias y mercados con potencial. Sabemos que los cambios son lentos y, ante problemas como desperdicio de materiales, debemos entender que es más difícil que las empresas subsistan y más si no tienen una respuesta rápida a las necesidades de los mercados. Todo cambia de manera rápida en la actualidad.
Debemos concientizar al personal, realizar juntas de trabajo, explicarles la situación actual y la necesidad que pueda surgir para cambiar el esquema de producción y mantener así las ventas de la empresa para que sea rentable.
También las diseñadoras juegan un papel muy importante en esta crisis. Su creatividad y adaptabilidad para crear nuevos productos de líneas diferentes a las acostumbradas, es un factor necesario para cambiar la fabricación de la empresa en un plazo rápido. Deberán conocer nuevos materiales y desarrollar los moldes y las fichas técnicas de los nuevos modelos, buscando que sean de un proceso eficiente y de calidad.
Sabemos que es algo difícil, pero es importante el trabajo del área de diseño, ya que es necesario apoyar más a los talleres o maquileros para ayudarles en los nuevos procesos de fabricación.
Como vemos es un trabajo de todos los departamentos de la organización, por lo que todos deben participar de forma activa y eficiente.
*TEMyN CBTAP
Ing. Miguel Barrios Moran
Comments